Consideraciones en la selección de aisladores bajo condiciones de contaminación atmosférica

Los aisladores modernos están diseñados, inicialmente, para una limpieza natural mediante las lluvias y el viento. De tal manera que bajo condiciones normales de depósito de polvo atmosférico, actúen en forma satisfactoria.

15 May 2011
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Los aisladores modernos están diseñados, inicialmente, para una limpieza natural mediante las lluvias y el viento. De tal manera que bajo condiciones normales de depósito de polvo atmosférico, actúen en forma satisfactoria.

Sin  embargo,  los  aisladores  en  su  uso  normal  pueden estar en un medio ambiente con diferentes grados de contaminación,  que disminuye  su aislamiento  produciendo flameo y en casos extremos,  dando lugar a interrupciones en el suministro de energía eléctrica.

Los fabricantes de aisladores han efectuado   diferentes investigaciones simulando condiciones de contaminación  a nivel de laboratorio,  observando  el comportamiento  de los aisladores  y  tratando  de establecer  las  razones  de  las fallas, para diseñar aisladores que operen en zonas contaminadas y optimizar los métodos para que las instalaciones puedan operar sin presentar problemas de flameo o pérdidas de aislamiento.

Se ha logrado  mucho progreso  en los últimos años en el desarrollo   de métodos   para   prevenir   flameo   de   los aisladores en servicio normal, aumentando  la distancia de fuga sobre la superficie total del aislador, utilizando recubrimientos superficiales o lavando los aisladores en caliente.

1. Clases de depósitos contaminantes típicos

La  variedad  y distribución  de  tamaños  de  las  diferentes partículas  suspendidas  en el aire y que hacen parte de la contaminación  transmitida  por el mismo, la describe  W.G.

Thompson (1) en la siguiente forma:

2.    Clasificación de instalaciones de acuerdo con su grado de contaminación

Cuando  se dispone  de  la medida  del  grado  de contaminación  de un sitio, es posible determinar el nivel de aislamiento con el factor de seguridad adecuado.

En vista de la gran variedad de aisladores que pueden ser utilizados, se  emplea  el  factor  de  distancia  de  fuga  por unidad de voltaje para especificar el nivel de aislamiento.

Muchos  países  han  clasificado  las  diferentes  zonas  en grado  (o  severidad)  de  contaminación   con  su correspondiente    nivel   de   aislamiento.    Gran   Bretaña,

Alemania,    USA,    Japón    (2)     han    dividido    las    áreas contaminadas en cuatro categorías:

A. Categoría 1

Áreas generales.  Se pueden incluir en esta categoría  las líneas rurales, principalmente,  cuando su trazado se desarrolla por zonas en las cuales se utilizan abonos químicos. Estos se mezclan con polvo natural en forma extremadamente  dividida y se depositan sobre la superficie del  aislador.   En  atmósfera   seca  prácticamente   no  se modifica  la  tensión  de  flameo,  pero  en  caso  de  lluvia, debido  a la elevada  conductividad  eléctrica  de  las  sales que constituyen los abonos después de su disolución, disminuye notoriamente la tensión de flameo. En líneas próximas  a vías  de comunicación  muy polvorientas  y de gran circulación  de vehículos,  los aisladores  son también afectados por depósitos de esta naturaleza.

 B. Categoría 2

Áreas de mediana contaminación pero con niebla frecuente. Pertenecen  a esa categoría  las líneas  rurales que atraviesan zonas de niebla frecuente, pero de baja precipitación  acuosa que permita el lavado y autolimpieza del aislador.

El material  contaminante  se  hace  conductor  debido  a la humedad  y ésta  permite  a su  vez  el depósito  de  nuevo material  hasta formar incrustaciones.  El  material contaminante  humedecido, dependiendo  de su naturaleza, permite una excesiva corriente de fuga que disminuye considerablemente  la  tensión   de   flameo,   llegando en algunos casos a valores inferiores a la tensión de servicio.

C. Categoría 3

Áreas industriales  de extrema  contaminación.  En esta categoría se consideran  las instalaciones  en las cuales se deposita sobre los aisladores  un polvo grasiento en forma de película, que se va transformando  con el tiempo en una capa adherente.

En líneas cercanas a zonas hulleras y regiones muy industrializadas, se forman depósitos que se superponen  y adhieren unos con otros, debido a materias grasas y aglutinantes.  La lluvia y el viento solo los elimina parcialmente.  Se incluyen acá los depósitos que se forman sobre los aisladores en líneas próximas a fábricas de cemento, productos químicos y centrales termoeléctricas.

D. Categoría 4

Zonas costeras. En esta categoría se consideran las instalaciones ubicadas en cercanías del mar, en las cuales se forman depósitos de sal marina. Esta se deposita sobre los  aisladores   en  estado  seco  y  supone  un  verdadero peligro debido a que la conductividad  superficial  aumenta considerablemente, exagerándose aún más como consecuencia y la humedad existente.

Se consideran  dentro  de esta categoría  las instalaciones cercanas a grandes estaciones de energía, industriales químicas y metalúrgicas, en las cuales la contaminación  es muy  severa  debido  a que los depósitos  son conductores aún en atmósfera seca.

3. Efecto     de     los     depósitos contaminantes sobre el aislador

El flameo por contaminación  sobre un aislador se presenta cuando  la mayor  parte  de la superficie  está  cubierta  por una capa de baja resistividad.  Exceptuando  algunos casos muy especiales de contaminación  en los cuales el depósito es  conductor  en  atmósfera seca,  tales  como  polvo  de óxidos  metálicos   y  coque,  el contaminante   debe  estar húmedo  en  este  caso.  La  capa  húmeda es  conductora debido   a  las   sales   disueltas   en  ella,   o  debido   a la formación de ácidos diluidos.

A. Excesiva corriente de fuga

A medida que se humedece la superficie del aislador, disminuye  su  resistencia  y se  presenta  una  corriente  de fuga apreciable  de carácter  intermitente.  La disipación  de energía aumenta la temperatura  y esta a su vez disminuye la resistencia dieléctrica del aislador, ocasionando pérdidas de la capacidad aislante del material.

B. Flameos continuos

Existe el riesgo de flameo por contaminación en servicio en tres casos especiales:

1. Cuando  el aislador  se expone  a la lluvia después  de haber sido energizado al voltaje normal de trabajo, durante un largo período de tiempo.

2. Cuando   un   aislador   contaminado   y   “húmedo”   se energiza a su voltaje normal de trabajo.

3. Cuando   un   aislador   contaminado   y   “húmedo”   se somete a un voltaje transitorio.

El primer  caso es más común  y en esta circunstancia  el aislador  se  comporta  de  acuerdo  con  lo  anotado  en  el numeral 3 parágrafo A.

En el segundo  caso,  se puede  presentar  el flameo  antes de alcanzar  la estabilidad  térmica  y en el tercero siempre se presenta el flameo antes de llegar a la misma.

En general, la corriente intermitente de fuga modifica el gradiente   potencial,   ionizando   el  aire,  disminuyendo   el voltaje de flameo y provocando la descarga a tierra.

C. Perforación

El   excesivo    calentamiento    local   y   el   calentamiento diferencial ocasionados  por la excesiva  corriente  de fuga, disminuyen rápidamente    la   resistencia   dieléctrica   del material,  lo  cual  se  traduce  en una  mayor  disipación  de energía hasta producir la ruptura y perforación del aislador.

D. Corrosión

Se   produce   una   acelerada   corrosión   de   las   partes metálicas en las instalaciones que operan en zonas de alta contaminación.  Las causas principales  de dicha corrosión son:

1. Efectos electrolíticos debidos a la corriente de fuga.

2. Pérdida de la capa de zinc (galvanizado),  quedando el metal expuesto a la acción corrosiva del medio.

3. Generación    de   ácido   nítrico   a   partir   de   ozono producido por el efecto corona y el calentamiento.

E. Radio interferencia

El  efecto  de  descargas   eléctricas   sobre  los  aisladores produce  alguna interferencia.  Sin embargo,  las descargas superficiales que producen las corrientes excesivas, no necesariamente son las responsables de las altas interferencias,  puesto  que  contienen  muy  pocos componentes de alta frecuencia.

Las descargas  tipo corona resultantes  de la distorsión  del campo eléctrico,   originadas   por  una  superficie contaminada   “húmeda”   pero  con  formación   de  bandas secas,  son las causantes  de interferencia  en señales  de radio y televisión.

La  figura  número  1  ilustra  la  reducción   del  voltaje  de flameo en aisladores contaminados.

4. Soluciones    al    problema    de contaminación

La severidad del problema de contaminación en una instalación  específica está gobernada generalmente  por lo siguiente:

  • Densidad o rata de depósito del contaminante.
  • Frecuencia e  intensidad  de  las  aguas  lluvias  y  del viento.
  • Naturaleza del  contaminante,   su  conductividad   y  su facilidad de adherirse a la superficie del aislador.

Con   el  fin   de  reducir   el  efecto   de  la  contaminación superficial, se  emplean  actualmente  las  siguientes soluciones:

A. Sobreaislamiento

Una  forma  efectiva  de  prevenir  problemas  de  flameo  en zonas contaminadas,  consiste en aumentar la distancia de fuga sobre la superficie del aislador.

La   tabla    número    2   utilizada    por   RWE   (Rheinisch Westfalischen Elektrizitatswerk Aktienge sells chaft) (3) recomienda  los  valores  de  distancia  de  fuga  por  KV  de voltaje nominal   del  sistema   para  las  cuatro  diferentes categorías o grados de contaminación (4).

Una forma  de aumentar  la distancia  de fuga  consiste  en utilizar aisladores sobredimensionados, por ejemplo: aisladores de 34.5 kV en circuitos de 13.2 kV. (cuando se trata de aisladores tipo pin, “line post”, etc.) o aumentar el número  de unidades  cuando  se trata  de una  cadena  de aisladores de suspensión.

B.    Aisladores de diseño especial

Los depósitos contaminantes  se concentran principalmente en los puntos  de mayor  intensidad  del campo  eléctrico  y tienen  la tendencia  a concentrarse  en los lugares  en los cuales  se  produce una  modificación  de  la  velocidad  del viento, es decir, en los lugares más internos  y protegidos del aislador, O sea, que la concentración de depósitos está influenciada  por el campo eléctrico  y por la forma exterior de los aisladores.

Los fabricantes de aisladores tratando de solucionar los problemas generados  por  la  contaminación,  han desarrollado  diferentes diseños  de  aisladores incrementando la distancia de fuga excepcionalmente, modificando  los perfiles,  evitando  salientes  y cavidades  y obteniendo   formas   geométricas   y  aerodinámicas tales como las que se muestran en las figuras No. 2 y 3.

Los   aisladores   tipo   niebla   están   diseñados   con   una distancia de fuga de 30% a 50% por encima  del aislador normal y con perfiles que facilitan la limpieza por la acción de las lluvias y el viento.

Los aisladores  aerodinámicos  presentan  perfiles sencillos, libres  de salientes  y  cavidades  para  impedir  la concentración   de   depósitos contaminantes,   facilitar   la acción  de  los  vientos   para  su autolimpieza   y  facilitar también    la   aplicación    de recubrimientos    protectores cuando se requiera.

 

C. Limpieza y lavado de los aisladores

La limpieza  periódica  de la superficie  de los aisladores es  una  de  las soluciones   utilizadas   para  reducir  el problema de flameo causado por la contaminación atmosférica,  posiblemente,  el método más sencillo para limpiar el aislador contaminado, consiste en utilizar agua a alta presión. Este método es efectivo cuando los depósitos   contaminantes son   altamente   solubles   al agua,  caso tal de la sal marina,  ciertos contaminantes químicos, o cuando dichos depósitos son insolubles pero presentan  una poca adherencia  sobre la superficie  del aislador. Esta limpieza se puede efectuar manualmente  o por el lavado  de los aisladores  desenergizados  o por lavado en caliente (con sistema energizado).

 

1. Limpieza manual

El  caso   más   crítico   ocurre   cuando   el  contaminante   se deposita sobre la superficie del aislador, se endurece en presencia  de humedad y forma  incrustaciones  superficiales altamente  adherentes  y supremamente  difíciles  de  remover por procesos mecánicos o de lavado a presión. Tal es el caso del cemento combinado con humedad.Cuando  se  presentan  estas  situaciones  extremas,  es más efectivo reemplazar los aisladores por unidades limpias  y luego en tierra proceder  a la limpieza  de las áreas contaminadas.

Para eliminar dichas incrustaciones  se utiliza el soplado a presión con cáscara de coco triturada, el cual permite la remoción de depósitos compactos de cemento sin destruir   la  superficie   tersa   del  esmalte.   El  uso   de soluciones   de   soda   cáustica   o  de   ácido   muriático también   es  frecuente   en  el  caso   de  depósitos   de cemento,  pero  en esta  circunstancia  se debe  efectuar una protección muy especial a los herrajes y al cemento utilizado   para  el  ensamble   del  aislador,   evitando   la acción directa del ácido sobre ellos.

Después de la limpieza los aisladores se deben someter a  un  baño  abundante  con  agua  pura,  con  el  fin  de eliminar  cualquier  residuo  ácido  o  alcalino  que produciría efectos más perjudiciales, incluso que la adherencia  original.  Es una  buena  práctica  limpiar  los aisladores con una tela impregnada  de aceite, antes de ponerlos nuevamente  en servicio, con ello se logra una película  repelente  y  que  puede  ser  efectiva  durante varias semanas.

 

2. Lavado de los aisladores

Con el fin de evitar cortes frecuentes en el suministro de energía   eléctrica,   se  prefiere   utilizar   el  sistema   de lavado  en  caliente  al  lavado  de  aisladores desenergizados.

Se usan dos métodos  principales  de limpieza:  lavados manuales desde  instalaciones  portátiles  con surtidores de agua (Jet washing) y lavado automático con bombas de  alta  presión  que  atomizan   el agua  directamente sobre los aisladores energizados (spray washing).

Para el lavado en caliente se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

a.     Los  aisladores  se  deben  lavar  completamente   y con la frecuencia  necesaria entre un lavado y otro, de tal manera que se evite la formación de la capa conductora del contaminante.

b. El  lavado   no   debe   generar   flameo   sobre   los aisladores. Por lo general, el lavado se inicia por la parte inferior progresando  hacia arriba, evitando el flujo de agua contaminada  y posibles  flameos.  Un segundo lavado eliminará el agua residual.

c. Se deben  tomar todas  las  medidas  de seguridad  para evitar que ocurra flameo hacia los surtidores o atomizadore La manguera debe estar conectada sólidamente a tierra y el operador deberá permanecer en una plataforma elevada igualmente a tierra.

d. El  lavado  deberá  efectuarse  por  lo  menos  una  vez  al mes, dependiendo  de las condiciones de contaminación, y es posible  que se requiera  un lavado  dos veces  por semana en épocas de alta contaminación.

Actualmente   se   dispone   de   detectores   que   efectúan   el sistema de  lavado   automáticamente.   Dentro   de  ellos  se tienen   sistemas que  miden   la  cantidad   de  sal  sobre  la superficie   del   aislador   o   miden   la   conductividad   de   la superficie o la conductividad del agua que ha sido usada para lavar el aislador.

Uno de los sistemas  empleados  en el Japón (2)  consiste  en tomar una muestra del aire (ambiente salino), pasar el aire a través  de  un  recipiente  con  agua  y determinar  la conductividad  del agua. De acuerdo con el valor obtenido se activa el mecanismo  automático  para proceder  al lavado  de aisladores.

En Zonas costeras (figura No. 5) este sistema se vuelve necesario, debido al riesgo constante de la concentración  del contaminante por la acción de la brisa y los tifones.

 

D. Recubrimientos superficiales

Un   recubrimiento    repelente   al   agua   aplicado   sobre   la superficie  del  aislador,  impide  la formación  de una  película continua  de  agua,  debido  a que  esta  permanece  en  gotas discretas que  ruedan  fácilmente  por  la superficie.  Además, las   partículas sólidas   son   encapsuladas    previniendo   el contacto con el agua y la formación de electrolitos a partir de contaminantes  solubles. En esta forma, el aislador sin perder sus características  eléctricas puede operar normalmente bajo condiciones  de lluvia, rocío o niebla,  durante  un período  de tiempo.

Como recubrimientos  superficiales  se han utilizado dos tipos de material: siliconas y grasas a base de hidrocarburos.

Para casos especiales se utilizan aisladores con baños de aceite.

 

1. Siliconas

Las grasas de silicona convencional  están constituidas por silicio, oxígeno   y   algo   de   carbón.   Su   consistencia, viscosidad  y energía  de su superficie  permanecen constantes  en un alto intervalo de temperatura,  de – 50°C a +200°C, lo que permite que puedan ser utilizadas prácticamente en todos los climas.

 

2. Grasas a base de hidrocarburos

Son mezclas de aceite y ceras derivadas del petróleo (hidrocarburos). En estos materiles disminuye la viscosidad a medida que aumenta la

temperatura y finalmente alcanzan su punto de fusión; pero antes de alcanzar  este punto,  se vuelven  inutilizables,  debido  a la pérdida  de  cohesión  y  adhesión  que  genera  su deslizamiento sobre la superficie del aislador.

La temperatura a la cual ocurre dicho fenómeno, “la temperatura  de  deslizamiento”,  es  una  de  las características primordiales de este material.

La Tabla numero 3 muestra las características primordiales de recubrimiento a base de hidrocarburos.

Cuando los recubrimientos  han perdido su eficacia debido a la gran cantidad de material acumulado (depósito contaminante),   se  debe   proceder   a  su  remoción.   Sin embargo,  solo la capa superior cargada  de contaminante debe   removerse   si  se  va  a  engrasar nuevamente   el aislador.

Normalmente  se aplican espesores de 0.5 a 1.0 mm en el caso de las siliconas y espesores  de 2.0 a 3.0 mm en los recubrimientos  a base de hidrocarburos.

La vida efectiva  de la capa protectora,  depende  del nivel de  contaminación,  pero  en términos  generales  se mencionan períodos entre seis meses y tres años.

 

3.  Aisladores con depósito de aceite

Una superficie  de aceite  es prácticamente  una superficie anti-contaminación, puesto  que  el  agua  y  las  partículas sólidas (casi en su totalidad) se deslizan a través de él.  Se han diseñado aisladores con baño de aceite, de construcciones   tipo  pin,  “cap  and  pin”  y  pedestal  que operan satisfactoriamente para eliminar flameo por contaminación.

La  superficie   de  aceite   presenta   una  resistencia   casi infinita  al  flujo  de  corriente  y después  de  algún  tiempo, fugas de aceite sobre el resto de la superficie,  impregnan cualquier  partícula  sólida  convirtiéndola  en material repelente  al agua.Su uso principal ha sido el de cubiertas de diversores  de onda,  pero debido  a la complejidad  del perfil su fabricación  es extremadamente  difícil. (ver figura No. 6).

 

Bibliografía

(1) THOMPSON, W.G.; “The mechanism of the contamination of porcelain insulators”, J. IEEE, 1964, 91 pt II.

(2) Study of pollution problem, Nippon Gaishi Kaish, technical note, TN – 68069, April 1968

(3) BAATZ, H,; BOLL, G. New field experience with outdor insulators in pollution areas and methods of assessing the performance of insulation under conditions of pollution, CIGRE, 1964, report 212.

(4) NGK; insulator catalog number 60.

(5) LAMBETH, P, J.; International Research of polluted insulators, CIGRE, 1970. paper 33-02.

(6) TAKATORI, T.;”Antipollution design criteria for line and station insulators”, PWR-paper No. 17 TP 649

(7) ELY, CH,; LAMBETH, P. J., “Artificial pollution test for high voltage outdoor insulators”, IEE, Vol III, No. 5, May 1964.

(8) URIBE, AUGUSTO; ”Teoría y práctica de los aisladores de alta tensión” Fac. Ing. Eléctrica U.P.B. I Congreso Nacional de ACIEM.

(9) ACGIH; Industrial ventilation, 15th edition.

(10) GENERAL ELECTRIC , catalog No. 61

(11) KRASA, R.; Development of a long life arc – resistant silicone insulator compound, Secc. 9-70 Dow Corning.

(12) WHITEHEAD, JOHN K. Hot line insulator washing. A.B. Chance, – IEEE Conference – Oct 1980.

(13) Insulator maintenance equipment,-A.B. Chance Bulletin 20-8105

(14) Locke Engineering catalog